EZLN, Disneylandia en el sureste mexicano (Parte 6)

Canibalismo jacobino

Restif de la Bretonne, quizá el más agudo e informado observador del París revolucionario, presenció las matanzas. Quedó horrorizado por lo que vio e intentó convencerse a sí mismo que los caníbales no eran habitantes de su amada ciudad
Servando Rocha 1

Un hombre camina por la calle Medellín, en la colonia Roma, ha comprado pan. Se detiene en un puesto de comida para llevar quesadillas. Cuando el hombre retoma su andar, una combi se le empareja, abre su puerta trasera y se escucha a una mujer gritar: ¡cuidado, escápate! Al instante tres sujetos descienden del vehículo para obligarlo a subir, pero él se resiste. Entonces los agresores disparan sus armas. El hombre se desploma, la combi arranca y lo atropella. 2

Así fue ejecutado Napoleón Glockner, militante de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), el 5 de noviembre de 1976, en la ciudad de México.

Aquel día también fue ajusticiada su compañera de organización y pareja afectiva, Nora Rivera. Poco antes, ésta fue secuestrada y retenida en la combi, de modo que presenció el asesinato de Napoleón. Fue ella quien advirtió a gritos que escapara. Nora estaba embarazada, a pesar de eso fue torturada, estrangulada y la remataron con un tiro en la frente. Así describe la escena un familiar que accede al vehículo incautado:

«Delante de mí quitaron los sellos a la camioneta y me hicieron subir. Estaba toda manchada de sangre […] El cuerpo de Nora tenía un lazo de cortina en el cuello, quemaduras y golpes en distintas partes. Se le veía su pancita, por su embarazo de pocos meses» 3

Por mucho tiempo se consideró que ambos crímenes fueron perpetrados por el aparato de seguridad del Estado, sin embargo, fue la guerrilla quien asesinó a sus propios militantes, pues los consideraba traidores por revelar información a la policía tras ser sometidos a torturas. Éste comunicado lo confirma:

«El cinco de noviembre pasado, militantes de las Fuerzas de Liberación Nacional ajusticiaron a Napoleón Glockner y Nora Rivera, que en el año de 1974 denunciaron el sitio donde se encontraba la Casa de Seguridad Central de nuestra Organización, en Nepantla, Estado de México […] Martín y Ana […] en el mes de noviembre de 1974 son reincorporados a las filas profesionales de las FLN […] Identificaron ellos las voces de Napoleón Glockner y Nora Rivera cuando conduciendo a los enemigos pidieron la rendición de nuestros compañeros. Así mismo el traidor Napoleón Glockner denunció a los compañeros urbanos que por su carácter dentro de la Organización conocía, según informes obtenidos por las FLN y un informe oficial que obra en nuestro poder […]
A partir de la orden de nuestra Dirección Nacional, de proceder a la localización, aprehensión y ejecución de los traidores, se iniciaron los procedimientos para lograrlo. […] Cumplidos los anteriores procedimientos por cuadros urbanos no profesionales –de las EYOL-, obtenidos los sitios de trabajo, de vivienda, horarios y tipo de actividad de los traidores, se estrechó la vigilancia sobre ellos para lograr su captura. El conocimiento que Napoleón Glockner tenía de nuestras prácticas de seguridad, seguimiento y demás normas y medidas, hacía más difícil su captura. Por lo mismo se aceptó la alternativa de ejecución en el lugar si oponía resistencia y no se lograba su reducción.
Operación: Distribuidos los compañeros profesionales y equipos en los sitios escogidos y garantizando en todo momento la seguridad, el poder de fuego y la retirada de quienes participarían, se procedió a detener a los traidores. Nora Rivera pudo ser aprehendida y sometida y Napoléon Glockner inició una resistencia que implicó su ejecución en el lugar, procedimiento que se realizó utilizando una pistola calibre 22 a la que previamente se adaptó un silenciador (producido por la organización), retirándose los compañeros con Nora Rivera, a bordo de un vehículo Combi VW alquilado. Por haber ocurrido una falla eléctrica en el sector donde se realizó la acción, se produjo un “embotellamiento” de vehículos en la zona, que implicó la necesidad, procediendo antes a la ejecución de Nora, de abandonar el vehículo. […]»

Comandante Alfredo. Comunicado confidencial a todos los militantes de las FLN, México, 1976 4

Éste caso está ligado al nacimiento del EZLN, pues los victimarios, poco después de las ejecuciones, se trasladan a Chiapas donde fundan el núcleo guerrillero zapatista.
Mas no se piense que se trata de un hecho aislado. El leninismo armado impuso normas severas a su militancia, quebrantarlas se consideraba una traición, de modo que cualquier integrante de la organización corría el riego de ser eliminado. Fue así que se instituyeron purgas para depurar de indeseables a la estructura guerrillera. Justo como lo expresan sus publicaciones:

«Como ha ocurrido en todo proceso revolucionario, se colaron en nuestras filas elementos aventureros e inmaduros, que al sentir el rigor de una disciplina por conciencia y la seriedad de un compromiso con el pueblo, desertaron, huyeron poniendo en peligro a varios compañeros –tanto profesionales como urbanos- pues si voluntariamente renegaban de sus ideas revolucionarias, no era difícil que pusieran en manos del enemigo los conocimientos que tenían sobre la organización, convirtiéndose en traidores y delatores, por lo que hubo que proceder a su localización y ejecución, con el fin de preservar la seguridad de los demás compañeros»

Nepantla. Órgano de agitación y comunicación interna de las FLN. N°29 5

Aquellos considerados enemigos no sólo eran cazados, sino desaparecidos. La guerrilla cometió desapariciones forzadas contra su propia militancia. El caso Blaisten es emblemático:

El argentino Eduardo Blaisten fue estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México, activo durante la huelga de 1968. Comienza a colaborar en las FLN tras la represión al movimiento. Pasa a la clandestinidad luego que la policía lo ubica. Desde el año de 1971 se ignora su paradero. Todo indica que sus compañeros de armas lo asesinaron y desaparecieron su cadáver. Al parecer, Blaisten pretendía abandonar la guerrilla por discrepar con la dirigencia.

A través de un comunicado, el comandante Manuel informa del crimen:

«Tras detenerlo se procedió a desarmarlo y posteriormente ejecutarlo, por violaciones graves a la disciplina y desmoralización, comisión llevada a cabo por nuestros militantes con toda seguridad, en forma humanitaria y sepultado en un lugar conocido sólo por los integrantes de dicha comisión»

Comunicado confidencial a todos los militantes de las Fuerzas de Liberación Nacional, 6 de agosto de 1971 6

No fue un caso aislado. En 1974, expedicionarios guerrilleros se adentran en la Selva Lacandona. En la montaña las tensiones aumentan, al igual que las víctimas. El siguiente testimonio da cuenta del asesinato y desaparición de un sobreviviente en Nepantla:

«Nosotros creíamos que la policía había dejado al “Babuchas” en libertad para infiltrarnos. En una ocasión, mientras el “Babuchas” estaba asomándose a una cueva, “Abelardo” creyó escuchar que cortaba cartucho a nuestras espaldas para matarnos y cuando éste volteó le disparó en el estómago, mientras que el “Babuchas” alcanzó a dispararle en un dedo. No pudimos evitar que se desangrara ahí mismo. Lo enterramos en la cavidad de un árbol […]»

“Ramón” ex-militante de las FLN 7

Rápidamente, la violencia fratricida se hace habitual, de modo que no había necesidad de quebrantar algún ordenamiento para ser eliminado, bastaba con tener discapacidad. Así ocurrió con un líder estudiantil, que fue incorporado al núcleo armado, al que ejecutan y desaparecen tan sólo por ser parapléjico:

«Por indiscreciones de un compañero me enteré de que a un muchacho llamado “Sebastián”, que no podía caminar, lo habían dormido porque no lo podían traer a Villahermosa. Me di cuenta de que la organización mataba a la gente que no le servía, así que decidí darme a la fuga, ahí mismo en la selva, sin que se dieran cuenta»

“Ramón” ex-militante de las FLN 8

Tales desapariciones expresan canibalismo jacobino, ya que el poder revolucionario se nutre con los cadáveres de su propia gente.

Con el paso del tiempo los ajusticiamientos continuaron implacables. La clandestinidad extrema vuelve intolerable la vida dentro de la organización, incrementándose las deserciones, la insubordinación y las rupturas. Por eso, en los años 70 y 80, las muertes no cesaron, ya fuera en enfrentamientos con el enemigo o a manos de sus compañeros. 9

Ante la dificultad para disciplinar a la militancia, en 1980 se reglamenta la vida interna a través de Los Estatutos de las FLN 10. Se trata de normas que instauran una estructura burocrática con jerarquía militar inflexible. Ahí se definen como marxistas-leninistas cuyo objetivo es tomar el poder para establecer una república popular socialista, mediante la violencia revolucionaria.

Dichos Estatutos están compuestos por capítulos. De estos, el dedicado a la disciplina es el décimo, y se titula “De las faltas y las penas”. Ahí se especifican las faltas graves: Incumplir deberes de militante, desertar, traicionar, delatar “así sea bajo engaño, amenaza o tortura de cualquier índole”, insubordinarse, el fraccionalismo, desmoralizar, desobedecer, huir de combate, abandonar heridos o pertenencias de la organización, el informismo, faltar al respeto, calumniar, amenazar compañeros, no hacer guardia, no cuidar armas o bienes de la organización, usar dinero sin permiso, tomar alcohol o drogas, tener o invitar a tener relaciones sexuales sin autorización superior, la mentira u ocultar información, provocar accidentes o comprometer la seguridad por imprudencia, el machismo, el feminismo o atentar contra personas del pueblo trabajador “que no colaboren con el enemigo”. Estas faltas podían castigarse con la muerte.

Es así como se funda una autocracia de carácter militar, con moral retrógrada, enemiga de la individualidad y carente de empatía.

Significativo que el diseño del proyecto neozapatismo se encuentre en unos estatutos sanguinarios que marcan su destino.

No obstante, el EZLN pretende negar su pasado. Así lo ha manifestado el subcomandante Marcos, al deslindarse de la necrofagia bolchevique, aduciendo que él no militaba en las FLN cuando sucedieron los ajusticiamientos. 11

De nueva cuenta, la realidad demuestra la falsedad en los dichos de Marcos, pues los fusilamientos prosiguieron inalterados durante su mandato, al grado de ocasionar una masacre entre su base social. Aunque eso será abordado en la siguiente entrega.

[Continuará]

NEL

Notas

1. La cita hace referencia al Terror del gobierno jacobino, en 1792. Del libro La Facción Caníbal. Historia del vandalismo ilustrado. Servando Rocha. La Felguera Ediciones. 2012.

2. Descripción del asesinato en base a datos del libro Veinte de cobre. Memoria de la clandestinidad. Fritz Glockner. Editorial Planeta. México. 2010.

3. Del reportaje Minerva Glockner, testigo de primera linea. Carlos Marín. Revista Proceso. Número 980. 13 de Agosto 1996.

4. Comunicado confidencial a todos los militantes de las FLN, México, 1976. Archivo General de la Nación, Dirección Federal de Seguridad, Expediente 009-011-005, H-55-57, 9-X-80.
Citado en el libro El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983) Adela Cedillo. México, D.F., Ciudad Universitaria, Noviembre de 2010. https://repositorio.unam.mx/contenidos/ficha/el-suspiro-del-silencio-de-la-reconstruccion-de-las-fuerzas-de-liberacion-nacional-a-la-fundacion-del-ejercito-zapatis-372586

5. “Nuestra Historia”, Nepantla, órgano de agitación y comunicación interna de las FLN, no. 9, año 2, México, 15 de marzo de 1980, p. 12. Archivo General de la Nación, Dirección Federal de Seguridad, Expediente 009-011-005, 4 de junio de 1980.
Citado en el libro El fuego y el silencio. Historia de las Fuerzas de Liberación Nacional mexicanas (1969-1974). Adela Cedillo. México, D.F., Ciudad Universitaria, 2008. https://repositorio.unam.mx/contenidos/ficha/el-fuego-y-el-silencio-historia-de-las-fuerzas-de-liberacion-nacional-mexicanas-1969-1974-354890

6. Comunicado confidencial a todos los militantes de las Fuerzas de Liberación Nacional, 6 de agosto de 1971. Archivo General de la Nación, Dirección Federal de Seguridad, Expediente 11-212-74, L-11, H-35.
Citado en el libro El fuego y el silencio. Historia de las Fuerzas de Liberación Nacional mexicanas (1969-1974). Adela Cedillo …

7. Raúl Sergio Morales Villarreal, conocido como Martín o Babuchas, fue asesinado y desaparecido en la localidad chiapaneca de Yaxoquintelá.
“Entrevista con “Ramón”, 4 de enero de 2004. Citada en el libro El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983) Adela Cedillo …

8. Sebastián era el pseudónimo de Rafael Vidal Jesús, quien había sido dirigente estudiantil de Villahermosa y que utilizaba muletas.
Entrevista con “Ramón”, 4 de enero de 2004. Citada en el libro El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983) Adela Cedillo …

9. Algunos casos dignos de mención:

Urbano, militante de las FLN, logra renunciar sin ser asesinado, aunque poco después es aprehendido por la policía, en lo que parece ser una delación de sus ex-camaradas. Actualmente se encuentra desaparecido. (Coatzacoalcos, 1977).
El comandante Ismael es asesinado por sus subalternos para así poder fugarse. (Macuspana, 1980).

Respecto a la obligación de sacrificar la vida ante una inminente captura, están los sucesos de Tabasco (1975) y de Puebla (1983), donde guerrilleros cercados por soldados se niegan a rendirse y pelean hasta ser abatidos. No tenían opción, de ser capturados les esperaba una muerte horrenda a manos del ejército, y si acaso sobrevivían, sus compañeros los matarían por considerarles delatores.

Con información del libro El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983) Adela Cedillo …

10. “Estatutos de las FLN”, 27 de noviembre de 1980. Archivo General de la Nación, Dirección Federal de Seguridad, Expediente 009-011-005, L-1, H-115, p. 2.

Citados en el libro El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983). Adela Cedillo …

11. Durante una entrevista, Marcos declaró ignorar lo referente a las ejecuciones, señalando que habría de preguntar a los viejos militantes.
El sueño zapatista. Entrevistas con el Subcomandante Marcos, el mayor Moisés y el comandante Tacho, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Yvon Le Bot. Barcelona, Plaza y Janés, 1997.

EZLN, Disneylandia en el sureste mexicano (Parte 5)

Infancias militarizadas

«No hay niños combatientes en el EZLN,
o sea que no hay niños soldados.»
Subcomandante Marcos 1.

Niño soldado en la tropa zapatista. San Cristóbal de las Casas. 1994.

Niño soldado en la toma de San Cristóbal 2.

Es 1 de enero de 1994. El Ejército Zapatista ha tomado la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Al rededor del palacio de gobierno se concentran los insurrectos. En la vía pública, el subcomandante Marcos hace declaraciones a la prensa, mientras civiles se acercan a mirar. Ahí mismo, un camarógrafo filma a la tropa; son jóvenes guerrilleros entre los que sobresalen menores de edad. La cámara graba a una niña, luego hace un acercamiento al rostro de un niño; ambos usan uniforme guerrillero, cargan mochila, y sujetan un arma.3. No hay duda, el EZLN utilizó infancias en la guerra.

Así inicia este viaje a la tierra de los niños en el Disney World de la Selva Lacandona. En el fantástico mundo donde caben muchos mundos, los niños soldados tienen el súper poder de ser invisibles, pues nadie parece verlos.

Desde 1994, se sabe que existen menores de edad en las filas del EZLN. Hay evidencia de la participación de infancias en los combates del 94, no sólo el material videográfico lo confirma, sino las propias declaraciones de la militancia zapatista.

Uno de los testimonios más elocuentes es de la mayor Ana María, quien dirigió la toma de San Cristóbal, ella reconoce que hubo participación infantil durante la ofensiva armada:

«Ahorita tenemos muchas niñas y niños dentro de las milicias, hay niños de ocho y nueve años que están inquietos, ven a un insurgente y van y acarician el arma, dicen “yo también quiero uno, quiero ser insurgente” y juegan a serlo. […] Ellos también van a las reuniones y muchos se molestan porque les decimos que no pueden jugar a las armas hasta que crezcan. Entonces tenemos que aceptarlos, claro que no los llevamos a pelear pero muchos sí se ponen duros y dicen ‘quiero ir’, por eso hubo algunos de ellos aquí, cuando venimos atacar San Cristóbal» 4.

La mayor expresa naturalidad al mencionar la presencia infantil en el conflicto bélico, quizá sea porque ella misma fue una niña soldado. Revisemos cómo es que se incorpora al agrupamiento armado:

Ana María es originaria de Lázaro Cárdenas, un poblado tsotsil del municipio de Huitiupán. Esa comunidad fue la primera base de apoyo de la guerrilla. Al hermano mayor de Ana María (conocido como Paco) lo recluta la organización armada, pero su notoriedad como líder agrario le impide pasar a la clandestinidad, entonces acuerda ceder a las infancias de su comunidad para la guerra revolucionaria:

«El acuerdo al que llegaron las FLN y la familia de “Paco” es que, en vista de que los mayores no podían dejar de trabajar la tierra y de sostener la lucha pública, la organización se llevaría a sus hijos menores para formarlos en las ciudades como cuadros técnicos o profesionales de la guerrilla. Los adolescentes debieron aceptar el convenio no sólo por decisión de los más adultos, sino porque ellos eran la generación directamente afectada por falta de tierras (además de que a las mujeres les estaba negada su posesión). De esta manera, “Paco” y sus hermanos entregaron a sus hijos “Pancho” o “Frank”, “Jorge”, “Petul”, “Javier”, “Yolanda”, “Cecilia”, “Mario” y “Benjamín” a las FLN. Todos tenían entre once y catorce años y estaban a prueba para ver si podían adaptarse a los requerimientos de la organización.»

Testimonio de Rene, militante profesional de las FLN 5.

Así, éste sistema de captación de infancias se convierte en norma; las comunidades bases de apoyo acceden a entregar a sus niños para ser adiestrados, adoctrinados y utilizados por el EZLN. Aunque la pobreza y la marginación fueron determinantes para tal acuerdo, pues la organización armada representaba una opción escolar y laboral. De modo que niñas y niños son empujados a incorporarse a la tropa, en un intento por sobrevivir.

Si el asunto es grave, para las niñas lo es más, ya que ellas acceden a enrolarse para escapar de los matrimonios forzados. Como las mujeres no tienen derechos agrarios, por los usos y costumbres indígenas, se convierten en una carga económica familiar, por eso los varones adultos acuerdan la venta de las niñas, supuestamente, para asegurarles la subsistencia. Es así que el Ejército Zapatista se presenta como una alternativa para escapar de los casamientos no consentidos.

Para Ana María, el matrimonio forzado fue lo que motivó aceptara su entrega al EZLN. De haber permanecido en su comunidad le esperaba el mismo destino de sus hermanas; casarse con cualquiera capaz de pagar la dote. 6.

Circunstancias similares afrontó la mayor Maribel. Ella nace en una población tseltal del municipio de Altamirano. Su padre, Mario, es enganchado por el EZLN y designado responsable local, eso ocasiona que toda su comunidad se involucre con el zapatismo. Los hombres de su familia acuerdan ceder a los menores de edad; su hermano y ella son los primeros, apenas tenían 12 y 14 años de edad. Posteriormente, los cuatro hermanos menores de Maribel se incorporan. Así, con el reclutamiento de un patriarca indígena se logra alistar a seis niños combatientes. 7.

Ingresar al EZLN representó para Maribel un escape a la función de cónyuge que le esperaba en la sociedad indígena. 8. Era un desafío individual a la institución matrimonial.

Pero no sólo la amenaza de los casamientos arreglados arroja a las infancias a enrolarse, la presión de su entorno les manipula para que se sacrifiquen por la colectividad. Tal como lo describe la mayor Maribel:

«Veía todo el sufrimiento de las demás mujeres, de mi mamá, de mis hermanos, de mis tíos, de mis abuelos. Como que esa vida era injusta. Pero como te decía, agarré rápidamente un compromiso desde muy pequeña, entonces, ¿por qué ahora no? Ya teniendo catorce años, ¿por qué no agarrar el compromiso de hacer algo por esta organización que se llama EZLN?» 9.

Aquí se hace evidente que las infancias indígenas fueron coaccionadas. Niños y niñas, cuyas edades iban de los ocho a los catorce años, persuadidos de que su obligación era modificar el porvenir de su colectividad, para lo cual debían renunciar a su identidad y someterse a los dictados de una jerarquía militar. De modo que los adultos, quienes en realidad acordaron los reclutamientos, trasladan sus responsabilidades a las infancias que “voluntariamente” ingresan a la organización armada. En última instancia, no tiene sentido distinguir entre reclutamiento forzados o voluntarios, en tanto se manipule a las infancias.

Una vez que los niños quedan bajo control del agrupamiento armado su vida se desarrolla en la clandestinidad. Son confinados en casas de seguridad, donde se impone una severa disciplina.

Cuenta Ana María que fue trasladada a diversas casas de seguridad (San Cristóbal, Ciudad de México y Tijuana) donde estuvo a las órdenes de la estructura jerárquica que establecía una división del trabajo basada en el grado militar. 10.

Una consecuencia de la clandestinidad zapatista es el aculturamiento; a los menores de edad se les aísla de su entorno indígena para implantar la cultura occidental que es indispensable para el adoctrinamiento ideológico al que se les somete. La instrucción escolar es otro factor primordial en la adaptación de los niños al entorno sociocultural hegemónico. El mayor insurgente Mario narra su violento aprendizaje:

«Estaba yo chavo cuando me integré, tenía 11 años. Lo que a mí se me encargó era aprender algo en la ciudad, algo manual para que luego yo les enseñara a otros. Primero estuve yo estudiando enfermería, quería ser doctor. […] Aprendí pediatría y medicina preventiva, era muy cabrón para inyectar, tenía mucha práctica, a diario lo hacía, yo salía a vacunar a la gente. También estuve, desgraciadamente, en la sala de partos, era yo muy chavo, 12 años.» 11.

La disciplina militar aplicada a las infancias zapatistas implicaba sufrimiento emocional y físico. Un valioso testimonio lo aporta el teniente insurgente Frank:

«Fueron látigo, pero muy buenos maestros […] Entonces empezó, vamos a decirlo así, el via crusis para nosotros, […] empezó la cuestión de la disciplina, y nosotros “desmadrosos”, venimos de pueblos y comunidades, analfabetas, con la dificultad para adaptarnos al medio, para conocer los conocimientos que nos tenían que dar, que era difícil, que era una barrera con la que se toparon los primeros compañeros con nosotros, desde disciplinar a este cabrón, porque había ese obstáculo, a pesar de que yo hablaba la castilla, yo ya leía textos, estudiaba, pero a parte, somos flojos y desordenados, sin método […] leemos un texto y nos dormimos.» 12.

Aquellos niños experimentaron grandes dosis de libertad en la selva, sin embargo, en el EZLN se vieron forzados a acatar ordenamientos infamantes que perseguían dominar su voluntad. Su jornada de entrenamiento iniciaba de madrugada con preparación física, continuaba con aleccionamiento ideológico, seguido de instrucción laboral intercalada con quehaceres domésticos. El gozo y la diversión desaparecieron bajo el sistema disciplinario castrense. Con tal combinación autoritaria, se fue extinguiendo la insumisión indígena.

Ni siquiera las relaciones afectivas escapaban del escrutinio de los mandos, según lo refiere el teniente Frank:

«Me mandan castigado, pero bueno, ya tenía el conocimiento, ya tenía experiencia por decir, y me castigan por un simple hecho ¿no?, porque no avisé que estaba enamorando a una compañera, pues uno tiene su corazoncito ¿no?» 13.

Así como la estructura armada intervenía en la vida amorosa, también estaba presente en la formación ideológica. De nuevo las palabras de Frank:

«Para la formación de comisarios políticos, Juan nos decía van a leer A los pobres del campo, van a leer otros libros, cuadernitos de Martha Harnecker, el de marxismo, donde se estudia qué es el valor , qué es la plusvalía y qué es la mercancía; esa es la parte más difícil para nosotros, porque es un lenguaje que no estaba a nuestro alcance, a nuestro nivel, había que entenderlo, por más que nos decían qué es valor, pues si te explican claro que sí, pero en el lenguaje de indígena, de pueblo que somos, ¿cómo lo interpretas? Y creo que ahí comienza el trabajo importante de nosotros los comisarios, aquí hay un texto, que vamos a tener que explicarlo, porque lo vamos aterrizar a lenguaje del pueblo» 14.

Lenin, Martha Harnecker, y teoría del valor. Bolchevismo duro era lo que introducían en las mentes de adolescentes nativos convertidos en agentes reclutadores. Adquiere relevancia éste testimonio ahora que los jefes zapatistas reniegan de tal ideología, a pesar de que su manera de conducirse se corresponde con el autoritarismo marxista.

Contrario a la publicidad promovida por el EZLN, es innegable que el credo leninista le fue inculcado a su militancia. Así mismo, son abrumadoras las pruebas de participación infantil en sus filas. No obstante, en su empeño por negarlo, pervierten la realidad, aferrándose a delirantes falsificaciones elevadas a verdad absoluta.

Ahora bien, es preciso mencionar lo establecido en el derecho internacional respecto al uso de infancias en operaciones bélicas; la Corte Penal Internacional considera crimen de guerra el reclutar y utilizar como soldados a personas menores de 15 años. Si se toma en cuenta que el EZLN asumió que la guerra revolucionaria debería ajustarse a las disposiciones de la Convención de Ginebra 15. , que igualmente proscribe la utilización de niños soldados, es claro que los mandos zapatistas son victimarios conscientes de sus acciones.

Sin embargo, como el anarquismo no basa sus reflexiones en preceptos dictados por instituciones, nuestra condena a utilizar infancias en la guerra es consecuencia del rechazo al sometimiento de la gente, en especial de la más vulnerable. Un viejo anarquista afirmó que los seres humanos poseen dos cualidades fundamentales, «la facultad de pensar y la facultad, la necesidad de rebelarse» 16.. La tragedia consiste en que el EZLN deforma esas cualidades en las infancias indígenas, reduciendo su existencia a ser meras piezas del aparato militar.
Se ha visto que los niños soldados son la base del Ejército Zapatista. De existir autocrítica al interior del zapatismo, tendría que abordarse el asunto con honestidad, no obstante, la jerarquía ha optado por simular que nada sucedió. No solo eso, el mando hace mofa de los niños de las comunidades que controla, así ocurrió en reciente alocución de Marcos, quien expresó sus intenciones de eliminar a un grupo de infantes llamados Comando Palomitas:

«Originalmente, mi plan con el Comando Palomitas era eliminarlo. [..] Mi plan es que fuera el Comando Palomitas e irlos arrojando al mar y nomas gritar ¡palomita al agua!» 17.

Tal bufonada delata la conducta del jefe militar, pues efectivamente, la organización armada que él dirige eliminó a uno de los primeros infantes reclutados. Eso indican los testimonios; Benjamín, integrante del grupo inicial de niños soldados y que fue parte del primer núcleo guerrillero zapatista, terminó siendo ejecutado por indisciplina 18..

Así es, entre las numerosas atrocidades cometidas por el EZLN sobresalen los ajusticiamientos. Próximamente se analizará esa práctica.

[Continuará]

NEL

 

Notas:

1. Tomado de El EZLN responde. Comunicado del Subcomandante Insurgente Marcos. México, Febrero del 2001. https://web.archive.org/web/20170407185012/http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2001/2001_02_09.htm

2. Fotograma del documental La última década del siglo XX (1990-1999). Director: Eduardo Carrasco Zanini. México, 2001. https://archive.org/details/ultimadecada

3. Descripción de una sección del video Declaración de Guerra del EZLN 1 de Enero 1994 https://www.youtube.com/watch?v=G2VRBQMguzc

4. Fragmento de la entrevista a la mayor Ana María.

‘No nos dejen solas’: Entrevista con la comandanta Ramona y la Mayor Ana María. Doble Jornada. Suplemento del periódico La Jornada, 7 de marzo de 1994. Matilde Pérez y Laura Castellanos. https://web.archive.org/web/20200325093431/https://www.cedoz.org/site/content.php?doc=355

5. Entrevista con Rene, 15 de junio de 2009. Citada en El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983) Adela Cedillo https://web.archive.org/web/20201227223849/http://132.248.9.195/ptb2010/noviembre/0665097/0665097_A1.pdf

6. «Un acto que determinaría en los años por venir su pensamiento político fue la “venta de sus hermanas”, llegada la edad de casarlas. Ella narra que sus hermanas fueron casadas sin consentimiento, siendo ésta una decisión de los varones de cada familia, padres y marido. Al ser separada de su hermana, Ana María pidió explicaciones a su padre. Quería entender por qué había entregado a sus hermanas sin que ellas estuvieran de acuerdo. El padre respondió que era una forma de garantizarles una vida, porque él no las podía mantener.»

Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa. Tesis doctoral. UNICACH. 14 de Diciembre 2021. https://archive.org/details/tesis-rosaluz-perez

7. Datos obtenidos del testimonio de la mayor Maribel.
Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa…

8. «Maribel [..] era la hermana mayor y tenía, por tanto, muchas responsabilidades en el trabajo doméstico y de cuidado de los hermanitos. Además, su tiempo de asistir a la escuela en su comunidad había terminado. Su única perspectiva y futuro era esperar el momento de casarse y reproducir la misma forma de vida que se imponía a todas las mujeres casadas.»

Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa…

9. Entrevista con la mayor Maribel. Hilary Klein. 2007.
Citada en Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa…

10. Epílogo. Entregarse a la lucha. Historia oral de la mayor Ana María. ZAPATA VIVE. Guiomar Rovira y Rosaluz Pérez. Editorial Sexto Piso. Año 2024. https://archive.org/details/epilogo-zapata-vive_202502

11. ¡Zapata vive! La rebelión indígena de Chiapas contada por sus protagonistas. Guiomar Rovira.
Barcelona, Virus Editorial, 1994. Página 69.

12. Formación de un comisario político de las FLN. Entrevista con el Co. Teniente Insurgente Frank. Junio 2019.
Dignificar la historia IV. Toma de pueblos (1983-1993). Cuadernos de trabajo. Grupo Editorial La Casa de Todas y Todos. 2021. Apodaca, Nuevo León, México.

13. Formación de un comisario político de las FLN. Entrevista con el Co. Teniente Insurgente Frank. Junio 2019…

14. Formación de un comisario político de las FLN. Entrevista con el Co. Teniente Insurgente Frank. Junio 2019…

15. En los estatutos de la organización se afirma que el EZLN se acoge las Convenciones de Ginebra.
“Estatutos de las FLN”, 27 de noviembre de 1980, Exp. 009-011-005, L-1, H-115, p. 2. Archivo General de la Nación. Dirección Federal de Seguridad. Citado en El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983)…

16. Mijail Bakunin. Dios y el Estado.

17. La Cofa del Vigía: Señales al mañana. Capitán Insurgente Marcos. https://enlacezapatista.ezln.org.mx/wp-content/uploads/2024/12/000103_0252.mp3?_=31
Mesas de la Primera Sesión de los Encuentros de Resistencia y Rebeldía Cideci-Unitierra. San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, 29 de diciembre de 2024.

18. La investigadora Adela Cedillo hace una escueta relación de su asesinato: «Por comentarios que recabé, supe que […]“Benjamín” fue ajusticiado por problemas de conducta.»
El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983)